Acústica y rehabilitación

Vamos a tratar alguna de las problemáticas que nos surgen con respecto a las condiciones acústicas cuando nos enfrentamos a una rehabilitación, especialmente de edificios a base de muros de carga y forjados de entramado ligero, de madera o acero.

La normativa en principio deja fuera de cualquier cumplimiento las reformas y rehabilitaciones, puesto que el CTE DB-HR sobre aislamiento acústico no le es de aplicación, sin embargo muchas veces nos encontramos con normativas de ámbito local o sectorial que sí les son de aplicación. O con la problemática que al dar de alta un local comercial en planta baja sí se exija un aislamiento acústico determinado.

Como explicábamos en un artículo anterior sobre rehabilitación y normativa la casuística es infinita, y muchas veces hay que hacer piruetas semánticas para conseguir la excepcionalidad del cumplimiento de alguna normativa determinada.

Por ejemplo, en uno de los ayuntamientos donde desarrollamos nuestra actividad se exige un aislamiento entre la planta baja (si se dedica a comercio) y primera (si se dedica a vivienda) de 55 dBA. Esto es prácticamente inviable en forjados de madera sin recrecido de cemento, la solución constructiva tradicional en esa zona. La instalación de un recrecido supondría, además de la modificación de la cota, con los consiguientes problemas de accesibilidad, altura de huecos, lijado de puertas, etc., un incremento en la carga inasumible para la estructura de madera.

No tiene mucho sentido que desde normativas estatales no haya ninguna exigencia en materia de rehabilitación y aislamiento acústico pero que luego no se pueda dar de alta una actividad porque las normativas sectoriales o locales no hacen excepciones cuando se actúa en edificación existente, especialmente en edificios con sistemas constructivos tradicionales a los que sin embargo se les exige la conservación de esos mismos sistemas.

grafico prestaciones acústicas trasdosados

Una de las ponencias publicadas en la web del Codigo Técnico en el documento que recoge las ponencias presentadas en el Seminario satélite al Congreso TECNIACÚSTICA 2011 CÁCERES “Rehabilitación Acústica en la Edificación. Soluciones y casos prácticos» resume muy bien y desde un punto de vista muy práctico las diferentes coyunturas, problemas y posibles soluciones de la mejora del asilamiento acústico en los edificios construidos con los sistemas tradicionales.

Su autor es Xavier Ventura i Mensa y tiene por título «Rehabilitación acústica: mejora continua». Vamos a transcribir el apartado 3, «La actuación rehabilitadora, mejora contínua»

A través de la rehabilitación, podemos conseguir el doble objetivo anteriormente mencionado, mejorar el patrimonio urbano de nuestras ciudades y adecuar los edificios a los estándares de calidad actuales así como a las nuevas formas de vivir y trabajar.

 La conciencia acústica existente en la sociedad actual es mucho mayor que en el pasado. Por ejemplo, el Ayuntamiento de Barcelona asegura que las reclamaciones acústicas son la tipología principal de denuncia que recibe, y con mucha diferencia.

 Así pues, debemos aprovechar que el estándar de confort acústico ha aumentado de forma considerable e integrarlo en el proceso constructivo.

 Las viviendas son ‘seres vivos’. De la misma forma los edificios también lo son. Si algo nos ha enseñado el tiempo que llevamos dedicándonos a la rehabilitación es precisamente eso: los edificios y las viviendas, cambian. Y cambian mucho, constantemente.

 La mayor parte de edificios en los que hemos actuado tienen multitud de soluciones y variantes, sobrepuestas al edificio original. No siempre, ni mucho menos, aportando mejoras al mismo.

 Es este último punto el que creemos que puede llevarnos al doble objetivo que nos hemos propuesto: si todas las actuaciones que hacemos, aportan, mejoran, dotan de mayores prestaciones (del tipo que sea) al edificio, avanzaremos de forma continua, sostenible y rigurosa.

 Hablamos de un modelo aspiracional, de fomentar la mejora, de perseguirla. Toda mejora es importante.

 Para que con una única actuación podamos llevar los edificios a las máximas prestaciones posibles, tenemos que llevar a cabo una rehabilitación integral. En cambio, si cada actuación de rehabilitación sube al menos un nivel en las prestaciones, podemos aspirar a la mejora continua.

 El proceso de la rehabilitación integral requiere esfuerzos de inversión y condiciones de partida de los edificios que difícilmente se producen fuera del ámbito de la promoción inmobiliaria. Además, dichas actuaciones sabemos cómo acometerlas y qué normativa cumplir.

 El proceso de la rehabilitación parcial afecta a la inmensa mayoría de nuestro parque inmobiliario, lo pueden realizar prácticamente todos los agentes del sector, no necesita de inversiones imposibles y sobre todo, se produce de forma constante, con mayor o menor intensidad, evidentemente. El único pero es la inexistencia de normativa técnica al respecto que da pie a indefiniciones.

 Eso sí, para que aporten y mejoren los edificios y las viviendas que tenemos debemos tener en cuenta una serie de actuaciones aunque la normativa vigente no nos obligue a realizarlas.

A continuación relacionamos casuísticas habituales que nos encontraremos:

  – Los sistemas constructivos tradicionales basados en muros de carga, provocan que la mayoría de medianeras entre fincas tengan un grosor que por si sólo puede funcionar medianamente bien a nivel acústico. Cuando hablamos de fachadas exteriores, fachadas a patios interiores y divisorias entre viviendas – caja de escalera normalmente seguimos hablando de muros de carga, de menor espesor normalmente. Si bien su rendimiento es menor, en una mayoría casos estamos hablando de una funcionalidad a mejorar pero aceptable.

La estructura de muros de carga va formando ‘cajas’, de manera que muchas veces quedan las divisorias entre viviendas a merced de tabiques de una única hoja, de espesores mínimos, con un aislamiento acústico pésimo.
En este tipo de casos es imprescindible el trasdosado del tabique, incorporando alguna de las soluciones de aislamiento acústico existentes. Es cierto que invertiremos ~6 cm en grosor de pared y que ello puede penalizar el espacio disponible, pero será una de las mejores inversiones que hagamos.
 El coste? Entendemos que más que razonable. Además, en la mayoría de ocasiones, ese nuevo trasdosado albergará nuevas instalaciones, que en caso de no hacer el trasdosado aumentará la dramática situación del tabique original.
Mejora continua: el edificio original, dispone de un tabique de ladrillo de 4-6 cm de grosor. Si una de las dos viviendas que ese tabique separa lo trasdosa, tenemos una capa de cartón yeso + 4-5 cm de aislante + 4-6 cm de ladrillo: esto ya es otra cosa, no es magnífico pero ya es otra cosa. Si la otra vivienda al cabo de algún año hace lo propio podemos tener: una capa de cartón yeso + 4-5 cm de aislante + 4-6 cm de ladrillo + 4-5 cm de aislante + doble capa de cartón yeso. Esta solución ya la quisieran para sí muchos edificios realizados en años no muy lejanos…

 

– Los forjados de nuestros edificios de más de 40 años, serán la mayoría hechos con vigas de madera o metálicas con los entrevigados de rellenos y/o arenas, con algún tipo de cerámica a modo de bovedilla en su parte inferior. En función de la región y del momento de construcción nos encontraremos múltiples variantes. Todas ellas con poca inercia y con mucha transmisión del ruido de impacto.

 Introducir falso techo se antoja una aportación muy relevante. Y si le añadimos aislante acústico, aún más. Dotar a la vivienda de falso techo conlleva un coste, como todos sabemos, pero de nuevo se trata de una inversión que conllevará un aumento de las prestaciones notable.

Si dotamos a la vivienda de un nuevo pavimento, que seguramente lo haremos por motivos estéticos por ejemplo, introducir una lámina aislante al impacto es un coste muy bajo que de nuevo aportará al edificio. Y digo al edificio, no a la vivienda, puesto que es probable que al usuario que realiza la rehabilitación no le revierta en exceso en mejora a sí mismo, sino que se trata de una operación en pro de la mejora del edificio, y de que sus hijos puedan jugar en el suelo con más tranquilidad y menos probabilidades de que suba el vecino de abajo…

Mejora continua: si un promotor decide acometer la rehabilitación de una vertical completa de las puertas primeras de un edificio y dota a las viviendas de falso techo y/o de nuevo pavimento con aislamiento, la mejora es evidente. Su coste es relativamente bajo, sus clientes estarán encantados y es probable que las otras viviendas del edificio lleguen a observar la mejora producida por ese tipo de actuación, aplicándolas ellas mismas en un futuro.

Mejora continua: si es la persona que rehabilita la vivienda y realiza únicamente el falso techo puesto que no cambia el pavimento, dicha persona obtendrá una mejora importante en cuanto al ruido que percibirá. Si dentro de un tiempo, el vecino superior realiza mejoras e introduce un nuevo pavimento con aislamiento acústica, la solución constructiva final sería aproximadamente: parquet de madera + lámina acústica anti impacto + forjado tradicional + falso techo. Hemos pasado de tener una transmisión muy importante del ruido a través del forjado original a una solución constructiva que garantiza un correcto aislamiento entre las viviendas en cuestión.

 

Puede darse el caso de no disponer de la altura libre necesaria para realizar según qué actuaciones. En este tipo de casos deberemos priorizar y, sobre todo, ver si las condiciones de partida que nos encontramos se pueden mejorar: si eliminamos los pavimentos sobrepuestos, en muchos casos ya hemos ganado más centímetros de los que necesitamos para introducir el nuevo pavimento más la lámina acústica. Además, habremos descargado al edificio, la cual cosa será una nueva mejora para el mismo.

También nos podemos encontrar que estamos trabajando en un edificio noble que dispone de falsos techos y/o pavimentos de un importante valor arquitectónico. Si sólo uno de los dos elementos es interesante, nos obligará a actuar de forma especial en el otro. Si lo fueran los dos, la única opción que nos queda es la de intentar actuar en la cámara de aire del falso techo; ardua tarea.

 

– La vidriería de los edificios a rehabilitar normalmente será de una única hoja, y de un espesor bastante reducido. Además, puede ocurrirnos que el espacio de que dispongamos para la sustitución por un nuevo vidrio sea de sólo ~1 cm.

Los vidrios de doble hoja con cámara de aire, en estos momentos son parte del estándar de trabajo habitual del sector. Debemos tener en cuenta que aunque no utilicemos grosores más allá de 6+8+6, habremos aumentado de forma importantísima las prestaciones del conjunto de la carpintería.

Normalmente, deberemos contentarnos con espesores menores, 6+6 ó 4+6+4 o soluciones similares que nos permitan estar entre 1 cm y 1,5 cm, de manera que los podamos instalar sin excesivos problemas en las carpinterías que nos encontramos.

Los despieces de los vidrios existentes en numerosas ocasiones, podemos acometerlos con un único vidrio y simulándolo con junquillos, o bien con tantos vidrios como requiera el despiece. Nosotros hemos optado por el vidrio único, con resultados de aislamiento excelente y mimetizando convenientemente la estética del edificio en que se encuentran.

Mejora continua: si cada vez que se produce una rehabilitación instalamos este tipo de vidrios, el nivel de aislamiento irá aumentando considerablemente.

 

– La carpintería exterior seguiría un proceso similar al de los vidrios. La carpintería de las fachadas principales de los edificios suele estar dañada por los agentes meteorológicos, pero ‘nada más’. Su estado suele ser correcto. En cambio en los casos de patios interiores, patinejos, cajas de escalera… aun siendo no tan expuestas a las inclemencias, su estado suele ser mucho peor, puesto que no se ha tenido cuidado de las mismas.

En contra de lo que se pueda pensar, la carpintería exterior de madera ha dado un muy buen resultado al paso de los años, no siendo, ni mucho menos, un material a eliminar. En ocasiones, hemos actuado con un panel de madera nuevo en su parte baja en sustitución del existente, podrido debido al agua, manteniendo el resto de carpintería. En muchas ocasiones hemos sustituido la carpintería de madera por una nueva y otras veces hemos introducido el aluminio.

Mejora continua: en cualquier caso, dotar a la fachada de carpinterías en condiciones es lo importante para su correcto rendimiento acústico. El material a emplear responderá más a la estética del edificio, a la zona geográfica de la intervención y a la homogeneidad de la fachada en cuestión.

Todas las mejoras que realicemos en forjados y paredes son inversiones de largo recorrido. Es cierto que no son visibles, pero son prioritarias puesto que su aportación se nota. Las inversiones de coste destinadas a las mejoras de las condiciones esenciales del edificio, y el aislamiento lo es, las entendemos prioritarias, puesto que si bien representan un coste añadido, su aportación a las prestaciones del edificio es esencial.

Las operaciones de mejores acabados son más visibles pero se pueden realizar en cualquier momento de la vida del edificio.

Modificar sus características esenciales sólo lo haremos en momentos de actuaciones de rehabilitación: modificación de distribución, implantación de nuevas instalaciones generales, introducción de nuevo pavimento y a poder ser de una base homogénea para ello además de la lámina acústica, paso de instalaciones por falso techo y falso techo, con aislamiento si es posible…

Tan importante como realizar estos trabajos es eliminar prácticas que van en contra de la buena construcción: NO realizar rozas horizontales, NO dejar las juntas de dilatación correspondientes según los elementos en los que estemos actuando, NO hacer solidarios ciertos elementos constructivos para reducir el número de puentes acústicos…

 

 

3.1.- La actuación rehabilitadora: evolución técnica

Un campo en el que nos queda mucho camino por recorrer es el de la obtención de datos técnicos claros que nos permitan saber el grado de mejora producido por el tipo de actuaciones que se ha estado comentando.

En nuestras latitudes no existen demasiados ejemplos de actuaciones de rehabilitación parcial de edificios que hayan podido extraer datos objetivos, mediciones acústicas del trabajo realizado.

Estamos seguros que llevar a cabo el tipo de actuaciones mencionadas nos acercará más de lo que a priori parece a los requerimientos del DB-HR. Y aún más, si persistimos en llevar a cabo dichas actuaciones, entonces conseguiremos prestaciones más que correctas para nuestros edificios.

En esa línea estamos trabajando, puesto que en colaboración con AECOR se están realizando ensayos para determinar las mejoras producidas, para SABER QUÉ PASA con los edificios cuándo actuamos sobre ellos. De esta manera sabremos dónde estamos y esperamos romper tabúes respecto de los requisitos necesarios para obtener según qué resultados.

 

Todo la publicación“Rehabilitación Acústica en la Edificación. Soluciones y casos prácticos» os recomendamos su atenta lectura.

 

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